La espera ha sido muy larga, pero
como decía mi abuelo: “hambre que espera
hartura, no es hambre ninguna”. Y es ahora cuando ha llegado el momento de
hacer un pequeño alto en mi escritura y presentar por fin mi segundo libro de
relatos. Se llamará “El eco y el espejo”
y será editado por Cuadernos de Sildavia.
Es esta una modesta editorial que han puesto en marcha Paco Arriero y su mujer,
Susana, con un esmero y un cariño tales que en cada número que sacan adelante, dejan
traslucir claramente su amor por los libros.
La idea de “El eco y el espejo” surgió el año pasado, recién nacida la
editorial, cuando Paco (a quien conozco desde hace 30 años) me pidió que le
llevara algún manuscrito que mereciera la pena. Y en seguida pensé en esos
microrrelatos que me salvaron de tantos días de abulia y folios en blanco; esas
historias que fui acumulando sin ningún orden, ni idea preconcebida, pero que
me mantenían con la mente abierta a la imaginación y en constante estado de
alerta para captar los pequeños detalles que hacen que un hecho corriente pase
a ser único y extraordinario. Esas son las historias que merecen ser contadas.
Estos microrrelatos, o textículos,
como los llamaba el gran Julio Cortázar, los he escrito en ratos libres a lo
largo de los últimos 6 ó 7 años. No están todos los que son, pero sí son todos
los que están, ya que por limitación de espacio hemos tenido que dejar fuera
algunos textos. Pero no vamos a llorar por ello, ni mucho menos, sino agradecer
a Paco y a Susana la oportunidad que me brindan de ofrecer a los lectores estas
historias que buscan sorprender, arrancarnos una sonrisa o hacernos pensar
sobre lo complejo de la naturaleza humana.
Paco, Susana… muchas gracias.
El 28 de marzo, a las 20 horas,
será la presentación del libro en la librería
Arriero, en Torrejón de Ardoz. Espero verles por allí. Pasaré lista.
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