martes, 12 de julio de 2011

Encargos


De pequeño soñaba con ser astronauta y que sería rico al tocarme la lotería. Soñaba con tener una colección de más de mil coches de lujo que disfrutaría por las carreteras de todo el mundo al regresar de mis viajes estelares.
Luego, cuando fui mayor, soñé con llegar a los cien años lleno de salud.
De siempre supe que mis sueños tenían trazas de realidad futura.
Y ahora que he sobrepasado el centenar, que no hay rincón de la Tierra ni del universo que no haya visitado; ahora que he alcanzado los cinco mil coches de lujo sin ningún achaque en el horizonte que socave mi salud, me he cansado de soñar cosas agradables para mí.
Ahora me alquilo para soñar por los demás perversiones y otras maldades. Pero eso nadie lo sabe y es mucho más divertido.

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