domingo, 2 de enero de 2011

El túnel de Aquistán


Cuentan que el coche tomó el desvío hacia una carretera secundaria antes de llegar a la capital, y que por eso no pasó por el pueblo. Así que nadie recuerda un Golf del 91, de color negro, ocupado por una joven pareja, vecina de Aguabella. Alguien los vio más tarde en una gasolinera en las estribaciones del puerto de Aquistán. Pero nadie supo de ellos después de que reanudaran la marcha, por aquella carretera que ascendía la montaña en curvas de herradura.
Quince días de vana búsqueda hicieron cundir el desánimo entre los vecinos de Aguabella, temerosos de que el túnel que corona el puerto hubiese saciado su apetito con un Golf del 91.
Cuentan que no era la primera vez que un coche desaparecía en las fauces del túnel para no volver a ver la luz.

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